Se trata de dispositivos de alta tecnología de la filtración que mantienen en buen estado los aceites lubricantes utilizados en la industria, prolongando no solo su uso, sino también la propia vida de las máquinas.
Para ello se utilizan filtros de alta calidad, cuya eficacia depende en buena medida de los materiales que han sido usados para su fabricación: viscosa, poliéster, polipropileno, etc.
La filtración industrial incluye también otros elementos específicos:
- Ánodos tubulares.- Son ánodos de protección catódica, hechos de titanio hueco, que ayudan a evitar la corrosión de determinados elementos.
- Celdas anódicas.- También destinadas a evitar la corrosión, se trata de celdas electroquímicas. Se las conoce, además, como celdas de concentración.
- Sistemas de ultrafiltración. Su objetivo es eliminar solidos suspendidos en el aire o el agua, pero también bacterias, virus y otro tipo de patógenos. La fórmula es enviar poros microscópicos que sirven de obstáculos a los patógenos, de barrera física.
- Carcasas filtrantes.- Se usan para purificar el aire, eliminando gases tóxicos. Se suelen fabricar en alumino o acero inoxidable.
- Bolsas filtrantes.- Sistema de filtración específico. El líquido se introduce al interior de la bolsa, reteniendo las micropartículas solidas y saliendo al exterior.
- Cartuchos filtrantes– Suelen ser de usar y tirar y pueden llegar a filtrar partículas muy pequeñas de entre 5 y 50 micrómetros. Hay cartuchos de diferentes tipos: simples, automáticos, dobles, etc.
Todos estos elementos son claves dentro de la industria, no solo para el buen funcionamiento, sino también para el mantenimiento de la maquinaria en su conjunto. Pero también se utilizan para la creación de espacios seguros, sobre todo en el ámbito de la biotecnología y la biomedicina, donde es clave la eliminación de elementos que corrompan el aire, o los líquidos utilizados.
Además, la calidad de los mismos y los materiales con los que están fabricados es fundamental para el buen funcionamiento.
